jueves, 11 de noviembre de 2010

Cómo crear una súper contraseña

By Néstor Parrondo martes 9 de noviembre de 2010 08:04 AM PST

Estamos asistiendo al final de una era, por lo menos en cuanto a la longitud de las contraseñas que nos piden determinadas webs: se acabó la longitud de entre cuatro y ocho caracteres.

Así lo asegura un estudio de la Universidad Georgia Tech, en el que se advierte de que los hackers pueden descubrir las contraseñas de ocho caracteres en tan sólo 2 horas, mientras que tardarían cerca de 18.000 años en descubrir un password de doce caracteres.

Ese mismo artículo científico asevera que todas las webs que actualmente piden contraseña para entrar deberían exigir que tuvieran esa longitud mínima.

¿Y por qué 12 y no 11?

Un hacker, mediante sofisticados programas, es capaz de intentar entrar en una cuenta de correo realizando ataques de un trillón de combinaciones de caracteres (letras, números y símbolos) por segundo. Es decir, tardaría 180 años en descubrir encontrar la clave de 11 caracteres. Está cantidad de tiempo necesaria para conseguir entrar en una cuenta protegida por una contraseña de 12 caracteres se multiplica hasta los 18 milenios que comentábamos antes.

Los expertos de esta universidad de Estados Unidos recomiendan que para poder llenar esos 12 caracteres, los usuarios utilicen frases completas. Por ejemplo: micasabonita aunque suene al lenguaje que usan los indios en las películas del oeste, "llena" la cantidad de caracteres recomendados.

También se recomienda el uso de símbolos especiales, siempre que la web lo permita, como "º:?¿.ç?ƒ@™?œß".

¿Una contraseña o mejor varias?

Otra cuestión es la de si utilizar o no la misma contraseña para diferentes sitios. Aunque tengamos una súper contraseña de 12 caracteres, repleta de símbolos extraños, si la utilizamos en varias webs a la vez (por ejemplo, que nuestra contraseña sea la misma para nuestra cuenta de correo, nuestro perfil en Facebook y nuestra cuenta en Twitter) corremos el riesgo de que uno de estos sitios web sea atacado y los hackers tengan en su poder nuestra contraseña.

Siguiendo nuestro rastro (simplemente comprobando si nos hemos dado de alta con la misma cuenta de correo electrónico en varias páginas), usarla en multitud de sitios. Así que lo más recomendable es utilizar una contraseña diferente en cada web.

¿Cómo recordar?

Esto genera otro problema: ¿Cómo nos acordamos de todos los passwords? Difícil pregunta, con diferentes respuestas. Si las escribimos y guardamos en un documento de Word, por ejemplo, corremos el riesgo de que alguien acceda a nuestro ordenador y nos robe tan preciado archivo.

En los últimos años, han aflorado programas como Password Safe en la que se pueden escribir todas nuestras contraseñas, y protegerlas con un password maestro. El problema es que este tipo de programas, a pesar de que sus creadores aseguren que son 100 % seguros, son el primer objetivo de los hackers de todo el mundo, ya que saben que ahí se está guardando miles de contraseñas.

Más información AQUI

martes, 9 de noviembre de 2010

Como mejorar la Velocidad de Navegación en Internet

¿CÓMO MEJORAR LA VELOCIDAD DE
NAVEGACIÓN EN INTERNET?

Internet pone al alcance de la humanidad una enorme cantidad de información, recursos y, más recientemente, servicios y aplicaciones Web. Para tener acceso a todo esto debemos contar con dos elementos fundamentales: una conexión de acceso a Internet y un Navegador Web instalado en un computador o en un dispositivo móvil.

La conexión de acceso a Internet se contrata con un Proveedor de Servicios de Internet (ISP por su sigla en inglés) quién por un valor mensual provee una conexión con determinado ancho de banda. Este ancho de banda se mide en kilobits por segundo (kbps) y el costo depende, entre otras cosas, de cuántos kbps se suministren [1]. Varios países han implementado normas para regular este servicio; por ejemplo, la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones de Colombia recientemente fijó en 1.024 kbps la velocidad mínima para que los IPS puedan comercializar su servicio con la denominación de banda ancha.

Otro aspecto a considerar y que influye en el costo del servicio es si la conexión es dedicada o es compartida. En este último caso se habla de índice de reuso externo que consiste en compartir un ancho de banda X entre varios clientes. Por ejemplo, una Institución Educativa (IE) que contrata una conexión de 4.096 Kbps (equivalente a 4 Mbps ó 512 KBps [1]) con un índice de reuso de 8:1 debe compartir la conexión con otros 7 clientes del ISP. En el mejor de los casos, la IE puede tener a su disposición un ancho de banda completo de 4.096 Kbps cuando los otros 7 clientes no estén conectados. El peor escenario se da cuando los 8 clientes utilizan de manera intensiva y simultánea la conexión; a cada uno de ellos le corresponde un ancho de banda de 512 Kbps.

Por otra parte, bien sea que se disponga de una conexión dedicada o con reuso externo, también hay que tener en cuenta el reuso interno. Este hace referencia a cuántos usuarios van a tener acceso a Internet de manera concurrente dentro de la Institución Educativa. Por ejemplo, no se obtiene la misma velocidad de navegación en una sala de informática con 20 computadores que en una con 40. El ancho de banda disponible para la IE, en un momento dado, debe repartirse entre todos los usuarios internos.

Otros dos aspectos a considerar cuando se contrata una conexión a Internet son tanto la tecnología que utiliza el ISP, como su capacidad de soporte técnico, solidez y trayectoria. Respecto a la tecnología, un ISP puede conectar a sus clientes a Internet a través de diferentes medios como Fibra Óptica, ADSL, Cablemódem, GSM, Wifi, entre otras. Este aspecto depende en gran medida de la ubicación geográfica que se tenga y de la cobertura que tenga el ISP. En muchos casos, la mejor opción del mercado (por costo, ancho de banda ofrecido y tecnología empleada) no se puede tomar simplemente porque el ISP no tiene cobertura en el área donde está ubicada la IE.

Un último aspecto que se debe tener en cuenta hace referencia a las velocidades de carga y de descarga. Cuando un ISP ofrece una conexión con un ancho de banda de, por ejemplo, 4 Mbps se refiere por lo regular a la velocidad de descarga de páginas o archivos desde servidores Web. Sin embargo, la velocidad de carga (upload, en inglés) debería ser como mínimo una cuarta parte de la velocidad de descarga. La velocidad de carga es importante cuando se transmite información desde los computadores de la IE hacia servidores Web, se envían correos electrónicos con archivos adjuntos pesados o cuando se envían formularios, se suben fotos a Flickr o videos a Youtube, etc.


¿CÓMO VERIFICAR LA VELOCIDAD DE LA CONEXIÓN A INTERNET?

Una vez contratada e instalada la conexión a Internet, es recomendable verificar periódicamente que esta se mantenga dentro de los parámetros de velocidad contratados con el proveedor. Para ello, existen aplicaciones en línea que miden dicha velocidad; una de las mejores es SpeedTest.


http://www.speedtest.net/

Más Información:

www.eduteka.org/Navegadores.php